Hay muchas formas de trabajar los pinos y no se trabajan igual todas las especies. Al tener bastantes proyectos de pino negro japonés desde hace más de 15 años he ido aprendiendo las diferentes técnicas japonesas como son el meikiri o mekaki. Pero claro, el silvestre no brota normalmente dos veces al año, por lo que las técnicas no podían ser las mismas.
Con la experiencia de los pinos japoneses, decidí probar diferentes métodos hasta que he dado con un método que me da muy buenos resultados. Este es el esquema:
El objetivo es ramificar lo más rápido posible, pero sin debilitar el árbol y además intentando equilibrar las diferentes ramas o zonas de vigor.
Así estaba este pino silvestre cultivado por mí desde semilla en 2018 y abajo podemos ver como ha ramificado con mi método en 2024.
Veamos algunos detalles:
Al empezar a desarrollar los nuevos brotes en primavera no se tocan, salvo que haya más de dos. En ese caso quitaremos los restantes para que queden dos. Pero no dos cualquiera, si es una zona fuerte dejaremos los dos más débiles, si es una zona de vigor medio dejaremos los de tamaño medio y si es una zona débil dejaremos los más fuertes.
En esta fase sólo seleccionamos brotes.
Durante la época de crecimiento dejamos crecer libremente y abonamos generosamente.
Así llegaremos a mediados o finales de junio (en España) y entonces las acículas ya habrán madurado y es el momento de hacer el pinzado según el esquema.
Así se debería ver antes del pinzado.
Y así queda después de aplicar el pinzado según el esquema.
Si lo hemos hecho bien, incluso puede hacer una segunda brotación que se desarrollará durante el verano, aunque no siempre se produce, dependerá de la edad y vigor del árbol.
En la foto se puede apreciar la segunda brotación que en principio tiene follaje juvenil, pero acabará teniendo acículas adultas en otoño.
Si tenemos un árbol débil o que queremos vigorizar podemos dejar libre todo el verano y aplicar el pinzado en otoño o invierno. Al tener más tiempo de desarrollo, se vigoriza más y funciona también muy bien.
En las fotos se ve un pinzado hecho en otoño a un prebonsái en formación.
Y estos son los resultados de aplicar este método durante varios años.
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